Entrevista: “Lo más importante es que el salón de clase sea un espacio de creación”
/Publicado originalmente en InSagrado: http://insagrado.sagrado.edu/?p=3516
El profesor Javier Hernández Acosta, PhD. es catedrático auxiliar y coordinador de Emprendimiento en el Departamento de Administración de Empresas de Sagrado. Entre sus pasiones destacan la educación, el emprendimiento y la música.
Es el fundador de Inversión Cultural, un proyecto que busca contribuir al desarrollo del ecosistema cultural y creativo en Puerto Rico y está a punto de presentar el proyecto transmedia: Emprendimiento Creativo
Pregunta. Emprendedor, profesor, músico… ¿podrías resumir brevemente tu trayectoria?
Respuesta. Yo creo que siempre le he tenido un poco de miedo a la especialización. Por eso he buscado acumular la mayor cantidad de experiencias, aunque siento que estoy empezando. Inclusive, aún dentro de una misma disciplina es importante atenderla desde múltiples miradas.
Por ejemplo, en el caso de las artes y la cultura, lo he querido hacer como creativo, como académico, desde la pública y como emprendedor. Por ahí va la cosa. Aunque lo confieso, quisiera dedicarle mucho más tiempo a la música. Nada te hace más feliz que eso.
P. Estás envuelto en muchos proyectos pero en todos hay un factor común: el emprendimiento creativo. ¿En qué consiste y cuál es su importancia para la situación actual del país?
R. Mi experiencia con el arte me ha mantenido siempre cerca de ese campo. Desde adolescente me preocupaba mucho la experiencia de aquellos artistas que no tenían control económico de su trabajo. Por eso, me he dedicado a balancear un poco mejor el componente creativo con el empresarial.
Las industrias creativas (que incluyen el patrimonio, las artes, los medios y el diseño) son un sector que tiene mucho que aportar al país en términos económicos, sociales y culturales. Por eso, el emprendimiento creativo ha sido la constante en mi trabajo académico, empresarial y de política pública.
La importancia de los creativos es que traen innovación partiendo de su entorno e identidad. Son personas muy preparadas y tienden a trabajar desde la sostenibilidad. El país los necesita en cada rincón de la Isla.
P. Fuiste nombrado miembro del Comité Permanente de Marca del País, ¿cuál crees que es el mayor reto?
R. En el 2013 hubo un esfuerzo legislativo para crear este Comité Permanente. El objetivo principal era sacar de la política partidista el desarrollo de la Marca País. Todo el mundo sabe el vaivén que hemos tenido con eso. La falta de consistencia representa una gran desventaja para Puerto Rico en términos de identidad de marca para la exportación, el turismo y la inversión extranjera.
Aún tras su aprobación no se ha evidenciado la implementación. Hay que empezar prácticamente desde cero. La Ley establece que debe haber un representante del sector cultural con más de 10 años de experiencia. Es una posición ad-honorem.
Me pareció que es un esfuerzo que vale la pena. Uno tiene que hacer recomendaciones para el diseño de política pública pero también estar disponible para la implementación. Espero que podamos ejecutar.
P. Recientemente hablaste sobre emprendimiento creativo durante la conferencia Echar Pa’lante, ¿cómo fue la acogida por parte de los maestros?
R. El pasado 3 de agosto se firmó la política pública para la educación empresarial en el sistema público de educación. La iniciativa de Echar Pa’lante coordinó un evento de educación continua para maestros, consejeros y personal de las escuelas. Fueron sobre 1,500 maestros del Departamento de Educación en el Centro de Convenciones.
La oportunidad de hablarles sobre el emprendimiento creativo fue estupenda. Compartirles el impacto que están teniendo estas profesiones en los países es importante para no matar la creatividad y los intereses de muchos estudiantes. Hay que cambiar ese paradigma.
P. ¿Crees que el emprendimiento es para todos? ¿qué nos debemos plantear antes de empezar una empresa?
R. Yo creo que el emprendimiento es un estado mental que debemos promover en todos. Se trata de la sensibilidad para entender los problemas del entornos y tratar de solucionarlos de forma creativa. La forma más sencilla de definirlo es “mejorar la vida de las personas”.
Esto es importante en los empresarios, las organizaciones sin fines de lucro, en la familia, en los políticos, en las universidades y todas las empresas. Ahora, una dimensión del emprendimiento es la creación de nuevas empresas.
En ese sentido, no hay una fórmula mágica, pero debe haber un elemento de pasión, enfoque y una solución real a un problema. Si queremos simplificarlo debemos hacernos la pregunta de ¿quién pagaría por esto? Aunque no lo creas ahí se reconceptualizan muchas ideas de negocio.
P. Vas a presentar tu artículo “Teaching Cultural Entrepreneurship: Experiences from Professional and College Education in Puerto Rico” en el STP&A Conference en Montreal y un capítulo en el libro “The Routledge Companion on Cultural Policy”. ¿Cómo aprovechas estas experiencias en el salón de clase?
R. La creación y difusión de conocimiento es una de las grandes responsabilidades de la Academia. En los últimos cinco años he estado muy activo en varios circuitos de investigación a nivel internacional. Estos dos trabajos tienen una gran importancia en la discusión internacional.
Por un lado, he documentado la experiencia de la educación en emprendimiento a partir de lo cual he propuesto un modelo para enseñar este tema a nivel profesional y universitario. Sobre el tema de política cultural, la oportunidad de escribir un capítulo para un libro de este alcance es una experiencia única.
En colaboración con la Dra. Mareia Quintero hicimos un recorrido por el desarrollo de las políticas culturales en Puerto Rico, incluyendo nuestra experiencia reciente en la Comisión para el Desarrollo Cultural.
Ese recorrido culmina en recomendaciones sobre nuevas formas de entender y trabajar las políticas culturales en los países.
P. Tus estudiantes te definen como un “profe inspirador”, ¿cómo eres en el salón de clase?
R. Yo creo que lo más importante es que el salón de clase sea un espacio de creación: de conocimiento, pensamiento crítico, solidaridad e innovación, entre muchas otras cosas. Mi gran preocupación siempre ha sido crear esas condiciones. Te das cuenta cuando ocurre porque todo fluye. A mí me gusta traerlo todo a la mesa.
El empresarismo no ocurre en un vacío, ocurre en un entorno social. Por eso siempre busco un enfoque multidisciplinario y aprovechar al máximo la experiencia de los estudiantes, que definitivamente transciende mi experiencia y la de los libros de texto. Cualquier profesor que parta de esa premisa crea un buen ambiente de aprendizaje.
P. Estás a punto de lanzar tu proyecto Emprendimiento Creativo, ¿qué destacarías de esta iniciativa?
R. Luego de años trabajando el tema de emprendimiento creativo decidí ampliar el alcance que ha tenido mi trabajo. Por eso la idea de publicar un libro sobre el tema, acompañado por una página web que incluye un curso gratuito. Los creativos son agentes de cambio y tienen mucho potencial de transformar su entorno, por eso mi meta es poner a su alcance todas las herramientas posibles.
Este proyecto ha sido para mi un nuevo emprendimiento porque se trata de una plataforma que tiene múltiples vertientes. Por lo tanto, me ha obligado a pasar por todo el proceso una vez más.
La idea surgió en 2012 en medio de un viaje. Sin embargo, no fue hasta mi viaje de investigación por Europa en el verano de 2015 que había completado gran parte de texto. Me alegra mucho el enfoque transmediático del proyecto y la colaboración de 22 colegas de 15 países a través de consejos para los emprendedores creativos.